viernes, 6 de noviembre de 2015

PENAS Y ADICCIONES… Según nuestra fe en Jesucristo, la solución está en creer en su Palabra.

Es una creencia bastante extendida de que fallece la esposa o el esposo y su cónyugue se muere también al poco tiempo… Generalmente esta muerte tiene un parecido con un infarto al corazón y se la llama miocardiopatía de Tako Tsubo(=receptáculo para atrapar pulpos) y popularmente se la conoce como “síndrome del corazón roto” y es como “morir de amor”…..Se sabe que los hombres mayores de 60 años que quedan viudos tienen un 21% más riesgo de morir por cualquier causa que los hombres de la misma edad que no han pasado por ese duelo….La revista científica The Lancet publicó que un equipo del Instituto de Investigación de una Universidad de Holanda, había verificado que tras el fallecimiento de un ser querido, el riesgo de muerte del que sobrevive es especialmente alto . En dos centros médicos de Rhode Island constataron que al morir la pareja, dentro del primer año la viuda tiene el doble de posibilidades de morir que las demás mujeres. Y, en el caso de los hombres, esto es 6 veces más probable. …En el ECG de un corazón roto y de uno infartado son muy similares: en ambos casos una parte del órgano deja de contraerse, queda inmóvil, como muerto; mientras que otras partes laten sin un ritmo normal, en forma desordenada.



 



El estrés o la pena hacen que las glándulas suprarrenales liberen en la sangre grandes cantidades de hormonas, como la adrenalina y la nor adrenalina en forma sostenida y durante varios días. Estas substancias son tóxicas dejando espasmado el corazón (las arterias coronarias), mientras que el afectado presenta síntomas similares al infarto: dolor de pecho, dificultades para respirar y falla cardíaca.(cardiólogo Hunter Champion). También sucede que muchas personas que han experimentado la pérdida de un ser querido: por fallecimiento, por separaciones, u otras causas y experimentan la soledad cometen el error de acudir al consumo excesivo de alcohol o de drogas, o de tabaco, para desinhibir la angustia, para “ahogar las penas”.



Esto es como si tuviéramos un accidente que nos dejara cojos y, en vez de apoyarnos en una buena muleta, escogiéramos una quebrada que nos haría caer, acrecentando el daño que teníamos. … Digo esto porque el consumo excesivo de alcohol y el consumo de drogas producen hiper sensibilidad emotiva, por lo cual el dolor que sentíamos lo experimentamos más intensamente….. Y ¿Cuál sería la solución?... Según nuestra fe en Jesucristo, la solución está en creer en su Palabra. El nos dijo: “vengan a Mí los que están agobiados, (cansados, angustiados, que se sienten solos) que Yo los aliviaré y aprendan de Mí que soy manso y humilde de corazón y encontrarán reposo para vuestras almas….Y ese encuentro con Jesús nos invita también a participar en la Comunidad Cristiana donde encontraremos apoyo, comprensión, cariño y, sobre todo el acrecentamiento de nuestra fe en Cristo Resucitado, esperanza de nuestra resurrección.





Primera parte del programa radial Espiritualidad, familia y adicciones del 21-03-2013, puede descargar y escuchar el programa completo desde el enlace PROGRAMA RADIAL.

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